Este tenor alicantino de 54 años, residente en Madrid, ha tenido la suerte de ser uno de los alumnos privilegiados de Alfredo Kraus. Disfruta con su profesión y asegura que, el día que deje de hacerlo, abandonará. Mientras llega ese momento, Rafael Lledó se encuentra embarcado en un proyecto apasionante: llevar a los escenarios una ópera de Ruperto Chapí que estaba perdida desde hace casi 150 años. Emocionado por el premio que se le ha otorgado y agradecido a todos los profesionales que han pensado en él, este año vuelve a actuar en el auditorio de La Solana.
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