Alfonsa teme el sonido del teléfono en mitad de la noche. La televisión por satélite, encendida prácticamente día y noche, y la información mal traducida que llega por WhatsApp no es suficiente. Sabe que a 4.000 kilómetros de distancia, le están ocultando algo. Es imposible que la amplia familia de su marido, que sobrevive en Gaza, no haya sufrido bajas cuando durante 26 días Israel les ha estado bombardeando sin apenas descanso. «Tienen una página familiar en Facebook, pero sólo hay cosas antiguas», teme, sin atreverse a decir en voz alta lo que piensa.
Para seguir leyendo, descarga el PDF: Gaza
(Fotos: Pablo Lorente)