El ruido ensordecedor, el humo que se elevaba al cielo y el olor picante de la pólvora fueron los protagonistas de un día en que los villarteros se volcaron con la Virgen de la Paz. En la jornada de ayer, el fervor religioso y la diversión popular calentaron una mañana laborable que había comenzado fría.
Continúa en el PDF: Fiesta de las Paces
(Fotos: Tomás Fernández de Moya)